No. 99 / Mayo 2017
Del árbol de los espejos
del que nacen elefantes
y ángeles
también nacen las mujeres
y los hombres,
los soles y gusanos
Cada cual su espejo
y su madera;
su depósito
de plata sobre el alma
Quién es más o menos
vegetal, más limón
menos pino
Quién más carbón mineral
Voluntad
Lloro por las axilas
la cadera y la columna vertebral
Quién tiene un pañuelo
una idea, un caramelo
Quién un mar
para vaciarme
y hacerme nube de mañana
y por la noche llover
pensamientos sin hueso;
pura voluntad de imaginar
que lloro en vez
de escribir en las paredes
Igual que el café
En dónde los poemas
igual que el café
en la lengua
Ahí, donde lo que suena
resuena, rezumba, repite
en el lugar donde retumba
la herencia del cero
la espléndida vivencia
del inicio
Ahí donde los brazos hacen estorbo
en medio del ombligo y el testuz
arriba del renglón
detrás del espinazo
tras los eclipses del final
igual que el café
en la lengua
del que nacen elefantes
y ángeles
también nacen las mujeres
y los hombres,
los soles y gusanos
Cada cual su espejo
y su madera;
su depósito
de plata sobre el alma
Quién es más o menos
vegetal, más limón
menos pino
Quién más carbón mineral
Voluntad
Lloro por las axilas
la cadera y la columna vertebral
Quién tiene un pañuelo
una idea, un caramelo
Quién un mar
para vaciarme
y hacerme nube de mañana
y por la noche llover
pensamientos sin hueso;
pura voluntad de imaginar
que lloro en vez
de escribir en las paredes
Igual que el café
En dónde los poemas
igual que el café
en la lengua
Ahí, donde lo que suena
resuena, rezumba, repite
en el lugar donde retumba
la herencia del cero
la espléndida vivencia
del inicio
Ahí donde los brazos hacen estorbo
en medio del ombligo y el testuz
arriba del renglón
detrás del espinazo
tras los eclipses del final
igual que el café
en la lengua