Por Liceo Umberto
Traduciión de Karina Falcón


Profesor Magrelli, ¿porqué escribir poesía? ¿Qué lo llevó a escribir y sobre todo, cuál es el objetivo de su poesía?

No es fácil de responder esto. Sin embargo, después de escuchar tus palabras y los nombres que mencionas, el custodio del siglo que apenas pasa, la pregunta de Heidegger entorno a los poetas, y la reflexión de Rilke de cómo la poesía está entretejida con la vida, la única respuesta posible, al menos para mí, ahora y frente a la cámara, es que en un espacio diverso, artificial, particular, y puede ser más una sugerencia: lo importante es regresar a la propia materialidad del hecho poético.

¿Porqué la poesía y porqué los poetas? La pregunta hecha por el filósofo Martin Heidegger, cuestiona cuál es el sentido de la palabra poética en este mundo lleno de ruido, atiborrado de imágenes, ebrio de velocidad, que parece dar poco valor a la palabra y que vive una modernidad tardía. Un mundo, que no deja espacio para aquello que no posee utilidad inmediata, y la palabra en la poesía ciertamente, obtusa, apartada y  casi piadosa, no es utilitaria de manera inmediata, aunque posea distintos grados de utilidad. ¿Entonces para qué la poesía? ¿Cuál es su lugar en la era del internet, de la globalización, de la comunicación masiva? ¿Para qué se escribe y se lee poesía? ¿Es una actividad residual? ¿La herencia de otros tiempos? Tal vez, debemos preguntarnos a nosotros mismos, como lo hizo Mario Luzi --uno de los grandes poetas italianos de nuestros tiempos-  si este ejercicio, probablemente marginal que es la poesía, no es tan sólo la naturaleza de cantar cualquier cosa de la vida. Y si es este terreno, su único lugar de medición (ya que) nunca ha sido el centro del mundo, ni ha sido lenguaje de vasto consumo, y es seguro que nunca ha cambiado el curso de la historia.
Ayer, como hoy, que occidente se ha adentrado en la parábola de la modernidad, la poesía recoge, custodia y da testimonio del pulso del tiempo humano, “el cálido y fugitivo latido del corazón”, como escribió Rainer Maria Rilke en sus Elegías de duino, verdadero monumento de la poesía en la primera mitad del siglo XX.

Profesor Magrelli, ¿porqué escribir poesía? ¿Qué lo llevó a escribir y sobre todo, cuál es el objetivo de su poesía?

No es fácil de responder esto. Sin embargo, después de escuchar tus palabras y los nombres que mencionas, el custodio del siglo que apenas pasa, la pregunta de Heidegger entorno a los poetas, y la reflexión de Rilke de cómo la poesía está entretejida con la vida, la única respuesta posible, al menos para mí, ahora y frente a la cámara, es que en un espacio diverso, artificial, particular, y puede ser más una sugerencia: lo importante es regresar a la propia materialidad del hecho poético. Acercarse a la poesía para saber cuál es el contenido de una palabra, el pegamento entre una experiencia y otra transportadas en la palabra. La poesía es como intentar romper un huevo. Aquí hay una imagen muy bella, nacida en la imaginación del poeta italiano Giancarlo Maiorino, imagina que habla del corazón de la poesía como si fuese una yema de huevo. Me parece bello. Otros poetas hablan de un núcleo, de un centro que es la expresión del hecho poético. Pero la yema, como metáfora, es algo distinto, porque es algo vivo, un núcleo sí, pero un núcleo vivo. Por este motivo, insisto en el hecho de ver a la poesía de la misma forma en que veríamos a la yema  de un huevo, tal vez, como querer adivinar si el contenido que saldrá adquirirá el color blanco de la clara o uno rojizo. Para comenzar a hablar de poesía (sobretodo a la sombra de los argumentos mencionados) creo oportuno retornar justo a lo elemental. A un gran poeta francés, Stephan Mallarmé, alguna vez un pintor le dijo “Tengo un gran saco de ideas, que podría escribir poesía”, a lo que el poeta respondió “La poesía no se hace con las ideas, sino con las palabras”. Yo añadiría a la frase de Mallarmé que: también con las sílabas, el juego verbal y toda la sustancia literal posible.


¿Entonces la poesía puede hablar de cualquier cosa, o existe algún objeto privilegiado? Si fuera así o no, ¿Cuál es la diferencia entre narrativa y poesía?

Agradezco tu pregunta, porque es crucial. La poesía puede hablar de cualquier cosa. Muchos refieren la poesía como un juego lingüístico, ésta es una definición con la cual concuerdo. Aquí es pertinente mencionar otro nombre fundamental para la reflexión lingüística y estética del siglo XX, el filósofo Ludwig Wittgenstein. La idea de la poesía como juego lingüístico es correcta, pero debemos decir también que cada juego poético es distinto de cualquier otro. Teniendo en cuenta esta analogía, no debemos pensar que cada poesía es una variante interna de un único juego lingüístico. Cada texto es al mismo tiempo su propio juego y las reglas de su juego. Entonces, la poesía del siglo XX es Rilke sí, pero también Gozzano, también Sandro Pen, también la inventiva de Dario Bellezza, también la pornografía nacida en la expresividad de muchos poetas, la apertura y “cancelación” de Sgró. La poesía es algo que en verdad varía, es como ponerse a pensar en la variedad de especies animales que existen. Éste es un aspecto importante de mencionar, porque de otra manera se piensa a la poesía como un algo determinado a partir de una inscripción tipológica. Y a mí, siempre me ha parecido un placer este aspecto de la “mezcla” en la poesía, a tal grado de combinar el fluir del río y el ocaso con un autobús o el tráfico. Aquí, la poesía tiene que ver con la realidad, no considerada desde su capacidad de reflexión, sino de su invención, de su negación que abriga y puede abrigar todo el ámbito de lo real. No deberíamos pensar a la poesía como similitud, pero desgraciadamente la televisión se ha encargado de presentarla como si fuese una carta de amor en medio de un fondo musical de violines. La poesía representa de verdad, un giro del lenguaje a 360 grados. Y no quiero extenderme tanto, para concluir te digo, gran parte del arte del siglo XX se ha atrevido a hablar del cuerpo, de las heces, del excremento, haciéndolos motivos en la poesía y narrativa, por ejemplo el Ulises de James Joyce, es decir, de cualquier cosa se puede hablar en la poesía. Con respecto a la otra pregunta, de la diferencia entre poesía y narrativa, por ahora pospondré mi respuesta, pues ahora mismo sería inexacta.

Yo creo que en estos tiempos la poesía permanece un tanto en abandono
¿crees que  algo  pudiera llegar a  sustituirla?

Concuerdo con las palabras en la tarjeta introductoria, cuando se dice que la poesía nunca ha sido un lenguaje de masas. Aunque en las civilizaciones antiguas, el poeta solía cantar el himno de las olimpiadas, como si hoy un poeta cantara el himno en algún campeonato de soccer. Además, poetas italianos lo han hecho, y bien. Pienso en Roberto Mussapi que ha escrito un poema en honor a Mark Tardello, una especie de decreto, obviamente. Se puede hacer todo, aunque sí es de una manera marginal, pero el lenguaje fue creado para ser usado. Quien se contiene en su lenguaje, en vez de usarlo, quien se va de pesca y en vez de tirar de la cuerda para sacar al pez se queda contemplando la caña, evidentemente está destinado a hacer partícipes de su pasión a muy pocas personas… La poesía es esencialmente una manía. Hay quienes tienen la manía del ajedrez, de coleccionar estampillas, hasta quienes coleccionan los sobrecitos donde viene el azúcar o las cajetillas de cigarrillos. Son manías, mas o menos significativas, en menor o mayor grado de complejidad (…)

 

 


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