cornisa-inditos.jpg

No. 66/ Febrero 2014



Goya Gutiérrez
(Barcelona, 1954)


Las arañas han vuelto a desplegar sus redes tan pronto como el sol
ha tapado la lluvia y ha asomado su lado luminoso,
tal como el persistente pescador ante un breve intermedio de la gran marejada.
No creen que hay otros cazadores  que tejen telarañas invisibles
encima de las nubes
esperando atrapar a aquellos seres que no se han planteado interponer
la duda
entre ellos y su presa
cuando el sol negligente se ha dormido entregado al eclipse
tras la luna y la tierra
y soñándolo alumbra LA OSCURIDAD.




Ya nadie supo más de la extranjera que un día apareció en el centro mismo del cada día en cada casa en cada plato en cada amanecer o en cada una
de las crepusculares tardes de la aldea sin caballos ni puerto
sin mar y sin arena, ni montañas por donde huir.

Y adónde ir a buscarla ahora que ya no veían con ojos de extrañeza
sus ojos de FORÁNEA.