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No. 66/ Febrero 2014



Nydia Pando
(Guadalajara, Jalisco, 1993)


Me ha durado el tormento
días completos:
pesadilla veo la llaga
se arrancan los trozos de piel
con los dientes metálicos
de una rasuradora.

Son mis propias manos
las que se me echan encima
con un pincel rosa de plástico
Gilette para chicas

no me estrangulan
no me violan
no me ahuyentan
no me aplastan
no me sostienen
no me rascan
no me acarician
no me salvan
no me protegen

me cortan la piel
me escriben a destajos
caen ineluctables
chorros de sangre.

Incapaz de arrancarme la imagen de la cabeza
traz, en la espinilla derecha
traz, mi piel llora temerosa

aprieto los ojos con fuerza
borrar borrardeleteimage atrás atrás
me sigue el deseo
pienso en cuentos
de arrancarme la piel
pienso en sexo
de escribirme con sangre
pienso más lento
de estudiar en mi piel caligrafía gilettiana
pienso en Sade
de las piernas a la frente
pienso en el homicida
cortándome todos los dedos del pie.


Mientras tanto estás tú

que tienes un mapa
de cicatrices
(que quiero recorrer)
en las palmas con las que un día
decidiste estrangularme.





En esta casa asustan

Los he visto rondar por los pasillos
fantasmas que aúllan
no sé lidiar con gritos ajenos
a mitad de la noche.

Murmuran que no
que no aparecen más que en mi cabeza
y la mirada de mis portadas de libros se convierte
envalentonada
en el único remedio para recuperarme;
gritan la pérdida de amigos
que al final no lo eran tanto
la pérdida de ilusiones
que al final eran más bien infantiles
la pérdida y ganancia de peso
que ha sido siempre tan inestable
el amor y el desprecio al prójimo
y es que creí en Dios sólo un par de meses de mi vida
toca lidiar con la mentira.

Cómo me distraigo
cómo salvo al mundo
desde abajo de las cobijas
me están agobiando
murmuran que no
que no aparecen más que en mi cabeza
los he visto rondar por mis pasillos
en esta casa asustan
pero no puedo mudarme
y si lo hago,
sé que vendrán conmigo.