Si hay algo en la base de las poéticas alternativas, si cabe encajonarlas a todas en una sola etiqueta para oponerlas a la poesía mayormente verbal, es el movimiento de los elementos que conforman el arte verbal para generar experiencias estéticas renovadas, divergentes o antitéticas a las conocidas, mediante la experimentación y la elaboración material de estos elementos. El origen de estos movimientos está sobre todo, pero no exclusivamente, en los postulados de las vanguardias históricas, gracias a ellos es que se generaron movimiento de experimentación en torno de ciertos elementos de la obra artística. Se trataba de concentrar la mirada estética, por decirlo de algún modo, para lentamente quebrar los límites que contenían a las artes tradicionales. De este modo, los movimientos que generaban un espacio de autonomía para la forma, el soporte, el espacio u otros elementos terminaban por acercarse a otras disciplinas artísticas. Así, la interdisciplina y la intermedialidad  se han convertido en los límites más visibles de las artes contemporáneas, sin que esto signifique la mezcla arbitraria ni la especificidad material de los acontecimientos artísticos.

Un tipo de acontecimientos que se desprenden de las exploraciones intermediales son los que Llorenç Barber denomina “músicas visivas” y que consisten en las relaciones potenciales entre el dibujo y el sonido. Las música visivas son intervenciones visuales sobre papel pautado que, por esa condición de sentido en el soporte, pueden ser escuchadas por el espectador. Según Barber, en su Cuaderno de Yokohama, “La imaginación es aquí [en la música visiva] el instrumento, y es ella la primera que nos toca, pero el lector ha de ir más allá de sus hábitos, memorias y obviedades para que surja rica, fresca y desconocida la vis del grafismo sónico”. Las músicas visivas, entonces, no exigen la interpretación musical para existir, sin embargo, esto no significa que la interpretación, de suceder, esté en un plano inferior con respecto a la partitura; sino que ambas corren por vías paralelas, ambas producen sentido y percepción estéticos en medios distintos.

En este número, presentamos parte de la obra Mil pájaros mil. Autotesis doctoral de Amaranta Caballero Prado, quien es poeta y dibujante. Actualmente mantiene la bitácora electrónica Y en esta esquina… para el sitio electrónico de Tierra Adentro, además de su blog personal Poeta empírica S.A. de C.V., en donde se puedeencontrar mayor información de este proyecto.

Mil pájaros mil. Autotesis doctoral surgió en noviembre de 2012. La primera parte de la autotesis doctoral de Caballero Prado fue montada como la exposición "Pájaros de Garage (Inda jaus)” que se llevó a cabo el día 8 de agosto de 2013 en la antigalería "El Ojo de Buen Cubero”, en la casa-taller  de Caballero Prado en Tijuana.

La parte que publicamos ahora lleva por título “Pájaros pautados” y consiste en 13 dibujos de 13 especies de pájaros sobre papel pautado con la posterior interpretación de los dibujos por parte de 13 músicos invitados. Cada dibujo fue realizado mientras Amaranta escuchaba música de cada uno de los invitados, cuando el dibujo era concluido, se envió al músico respectivo para que éste elaborara una pieza correspondiente. Dado que no todos los músicos han podido entregar la pieza que han elaborado, Amaranta explica que “como todos sabemos, la música como la poesía está compuesta también con silencios. He pensado en los músicos que no han respondido. En el caso de que no puedan enviar su pieza, los pájaros serán silencio entre las otras ilustraciones sonorizadas”. Además de esto, la propia artista prepara una exposición con los dibujos y una pieza musical en colaboración son la soprano Sol Waldo “para ejecutar una pieza general que incluya el sonido –o silencios– de todos los pájaros pautados, concentrada en una sola pieza cantada y un poema a dos voces”.

“Pájaros pautados” se puede leer, entonces, como música visiva, como interpretación musical, como arte colaborativo; sobre todo, puede leerse como una provocación intermitente de acontecimientos estéticos intermediales, como la interreferencia de códigos en la generación de derivas a partir de escuchas y observaciones.