Re-signar
Hay que meterse en la casa
de lo hecho,
levantar un muro entre los
dientes y la lengua.
Entretener al corazón con
su juego de sístole y diástole.
Elevar la voz hasta el
silencio,
aceptar.
Pero todo está escrito.
Incluso el final.
La infinidad de finales.
Ser y estar
Todos
dicen que es noviembre, yo no sé.
Los
árboles, están callados.
No hay
viento en sus alas dormidas.
Bajo el estuco cantan los ladrillos.
Las baldosas, están.
transita sobre sus pasos el perro
y las hojas del abeto, son.
Y en esta plenitud del alma,
en medio de lo que es,
soy.
La siembra
No estaban hechas para
apestar.
Se acumularon hasta criar
gusanos
ante la indiferencia de una
boca abierta.
Las pudrió la desmesura de
lo promiscuo:
el desdén
el descuido
el desatino.
Si por lo menos una quedara
en un oído sano
la plantaremos.
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